Hay muchas cuestiones que en nuestro día a día nos cuestan o nos molestan y que corresponden al funcionamiento de nuestra mente. Problemas sociales o situaciones que no sabemos manejar o nos generan estrés, como pueden ser hablar en público, relaciones interpersonales, falta de inteligencia emocional o empatía... Todas estas cuestiones pueden ser mejoradas o solucionadas con la ayuda de un psicólogo. En muchos casos, este tipo de programas también pueden prevenir que un problema rutinario acabe derivando en un trastorno psicológico. 

En la primera consulta, se realizará una entrevista con el psicólogo en la que se podrá consultar el caso, preocupaciones o situaciones concretas en las que el paciente quiere cambiar. El psicólogo evaluará la situación para poder entender de dónde viene el problema y, así, poder diseñar un programa de mejora y seguimiento.

Una vez comenzado el programa psicológico que el profesional diseñe específicamente para el paciente, se concretará la periodicidad, ejercicios y método de evaluación. El psicólogo se adaptará al paciente y su situación personal para que los resultados sean lo más beneficiosos posibles.